miércoles, 8 de abril de 2015

Explorando Lo Incomprensible

¿Nos vemos capaces?

   Visibilidad... Aún me parece oír alguna de las frases que se dijeron en la Gimbernat, hace unos días. 
Visibilidad...Persona...Registrar...Humanizar...Conocimiento...
Deconstruir enfermería...

  Estas son algunas de las palabras que, sin olvidar expresiones dichas más con el corazón que con la cabeza, siguen dándome qué pensar. Sobretodo las dos últimas, "deconstruir enfermería". De las demás, ya he hablado en otras ocasiones y lo seguiré haciendo, ya que todas ellas están entrelazadas entre sí, ninguna es independiente de las otras. Sólo unas anotaciones al márgen sobre estos conceptos que merecen ser profundizados más adelante:
  1. Visibilidad: cualidad perceptible que permite ver los objetos a una determinada distancia. ¿A qué distancia nos hemos posicionado como enfermeras que nos hemos hecho imperceptibles, imposibles de ser vistas?
  2. Persona: expresión de lo singular de cada individuo en contraposición con lo común en ellos, la naturaleza. ¿Es lo singular el fin último que persigen nuestros cuidados, o quizás estamos dando cuidados generales, universales, estandarizados?
  3. Registrar: anotar, transcribir; suceder. ¿Nuestros registros trassncriben, anotan lo hecho, son lo sucedido?
  4. Humanizar: hacer a alguien o a algo más humano (caritativo, solidario y bondadoso), familiar (natural, sencillo, corriente) y afable (agradable en la conversación y el trato). ¿Humano, demasiado humano?
  5. Conocimiento: acción y efecto de conocer (averiguar por el ejercicio de las facultades intelectuales la naturaleza, cualidades y relaciones de las cosas). Entendimiento, inteligencia, razón natural. ¿Actuamos por conocimiento o por tradición, por costumbre?
Hagámos ahora un ejercicio lingüístico: juntemos las palabras subralladas e intentemos construir una frase con sentido. Tal vez la frase podría se ésta
"Nos hemos distanciado de nuestro fin último, olvidándonos de evidenciar lo sucedido y actuándo por costumbre incluso, tal vez, movidos por una herencia demasiada humana..."
             .                       .                       .                    .                      .                       .                      .
 Y ¿que ocurré con la expresión más llamativa, "Deconstruir enfermería"? "Deconstruir", término que nos remite a Jacques Derrida (alguien ya ha hecho referencia hace tiempo a este autor), quién se ocupa de él en
un sentido más lingüístico que filosófico. Ambos sentidos son de difícil explicación. A primera vista parecería que deconstruir fuera sinónimo de destruir, desmontar, etc. y en parte así es. Deconstruir debe entenderse como el análisis de todas y cada una de las partes que forman un todo para ver cómo ha sido constituído, qué pasos y elementos han sido necesario usar, qué hay en ese todo que no conozcamos y que pueda representar una amenaza. Pero no un análisis por el análsis solamente, sólo como reflexión, sino al análisis como mecanismo de actuación que afecta a la gran contrucción de lo tradicional, en cualquier ámbito, es decir, a sus códigos, normas, modelos y valores.
    Extrapolando esta idea a enfermería, "deconstruir enfermería" significaría el análisis de su arquitectura, de los elementos que la componen (taxonomías, método, torías...), buscando los puntos osuros y los vacíos que se ocultan en ella. En términos linguísticos Derrida dice "reinterpretar la interpretación de un texto". No debemos buscar una interpretación de nuestro presente buceando en el pasado, sino reinterpretar las interpretaciones existentes ya y ver qué es lo que difiere entre ambas; no buscar un nuevo sentido sino indagar en los elementos del sentido actual para, lejos de encasillar a enfermería en un contexto fijo, de protección,  abrirla y hacerla visible, exponiéndo la multiplicidad nunca abarcable de sus elementos constitutivos. Puede parecer demasiado artificiosa esta reflexión, que queda bien hablar hoy de "deconstruir" y que, en definitiva, no se entiende demasiado lo que se quiere decir con ese veerbo. 

   Estos días de "reflexión santa", practicando uno de mis hobbies favoritos, la inmersión en librerías, nuevas o de ocasión, he tenido la suerte de encontrar en la Librería Melior el libro "La profesión va por dentro. Elementos para una historia de la Enfermería Española contemporánea" de MC. Sellán. Estoy con él, un libro interesante para conocer de dónde venimos. Y a medida que iba leyendo me iba dando cuenta de cómo se introducía el término "deconstrucción", inconscientemente, en el conjunto de lo leído, veía cómo era de necesario "deconstruir" muchos de los elementos presentes hoy en nuestra identidad actual, elementos adheridos, fusionados a ella, y que actúan como rémoras que nos impiden evolucionar, ser visibles. La portada del libro, y el título mismo, ya son indicativos, para mí, de esa necesidad de "deconstrucción". Y, ¿hay que recordar que la primera Escuela de Enfermería de España fue creada en 1896 por un médico? Tiene razón Fernando cuándo dice que "te hubiera gustado profundizar este tema con el Sr. Carrión."
   Bien, por hoy suficiente. Otro día, más.


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