martes, 11 de agosto de 2015

Explorando Lo Incomprensible

4ª propuesta para la futura enfermería: visibilidad... ¡qué más se puede decir!

  La siguiente propuesta que nos propone Calvino, y que os traslado a vosotras, enfermeras, es la visibilidad. Tantas cosas se han dicho ya que ¿hay algo más qué se pueda añadir que no sea seguir insistiendo en la necesidad de hacernos visibles?. Voy a intentar darle otro enfoque con la ayuda de Calvino y de Nathaniel Hawthorne (1804-1864).


En 1837 Nathaniel Hawthorne escribió un corto relato titulado Wakefield dónde, a partir de la lectura de una noticia en un diario, fabúla sobre la psicología de su protagonista y su extraño comportamiento. El protagonista es Wakefield, un caballero de clase media londinense que un día se despide de su esposa para emprender un supuesto viaje que lo llevará tan lejos como... a la calle contígua a la suya, alojándose en una de sus viviendas por un período de 20 años, transcurridos los cuales regresará como si solamente hubiera pasado un día. Durante esos 20 años se dedicará a observar su casa y a su mujer, incluso coincidirá con ella por la calle sin que sea reconocido. Nada se nos dice de los motivos que inducen a Wakefield a ese comportamiento inicial ni al por qué de su regreso. 

  Hasta aquí su historia. No pretendo hacer un análisis del relato de Hawthorne, pero sí quiero destacar varias ideas que me sugiere dicho relato. La principal, para mí, es 
  • la búsqueda de identidad del personaje. Se sitúa fuera de sí mismo para observar cómo es su vida, su entorno, su familia, etc., se sitúa en el exterior de su mundo para observar cómo es éste. 
  • La otra idea que percibo es la idea de visibilidad que le proporciona distanciarse de ese su mundo habitual. 
  • Y por último, las "visiones de la verdad" que de vez en cuando lo asaltan,  lo que creo coincide con lo que Calvino llama "una facultad humana fundamental: la capacidad de enfocar imágenes visuales con los ojos cerrados", "pensar con imágenes", la imaginación. 
  Tres ideas entrelazadas entre si: búsqueda de identidad que le llevará a la visibilidad de su yo real con ayuda de la imaginación.  
  ¿Es posible sacar de estas ideas alguna conclusión que pueda ser aplicable a Enfermería? Creo que sí, es más creo que somos un símil de Wakefield, un Wakefield en constante persecución de su identidad, imaginada tantas y tantas veces... Enfermería estamos en constante búsqueda de identidad, escapamos a menudo de nuesstra habitual cotidianidad esperando encontrarnos a nosotros mismos; dejamos nuestro hogar, aparantemente confortable,  nos separamos de nuestra "familia" profesional y nos instalamos en la periféria de ese mundo para observar qué eramos, qué hemos hecho hasta entonces, qué ocurre con los demás cuándo nosotros no estamos. Y en esa búsqueda de identidad nos alojamos en lugares próximos al mundo examinado, nos refugiamos en la red, nos adentramos en la investigación, en la crítica, observamos desde las distintas ventanas de nuestra disciplina, en ocasiones, de forma individual, en otras en grupos que rozan el corporativismo. Sntimos la necesidad de distanciarnos de todo lo que nos ha contreñido como profesionales para ver si hay algo más, para observar ese entorno del que nos hemos aljeado, para observar su funcionamiento, sus carencias, sus virtudes, nuestro encaje en él.
   Y en esa distancia imaginamos una profesión mejor, "vemos" cómo puede conquistar nuevos territorios, "imaginamos", vemos esas conquistas, "pensamos en imágenes"; conquistas que no presuponen el vencer a un contrario sino que buscan la complicidad, la participación de este contrario en la conquista; ésta no es para nosotros sino para un tercer otro, elemento fundamental, que es el paciente.

  Nos hemos ido, ¿por cuánto tiempo? Depende de las necesidades vitales individuales. Puede ser durante la exxperiencia de iniciación en el mundo de la gestión como suplente; puede ser durante el tiempo requeido para la realización de una investigación; puede ser para siempre, omo aquellos profesionales que deciden explicar en las redes sociales aquello que "ven" desde fuera ; cada uno lo hará por el tiempo que necesite para entender muestro mundo, nuestra profesión, como Wakefield.

  Y la visibilidad, ¿dónde está? en su contrario, la invisibilidad. A Wakefield nadie le ve, nadie le reconoce, ni su propia esposa aún manteniendo un ligero contacto con él. Ese alejarse es lo que, por fín, le hace visible: es su no-presencia lo que hace que siempre sea visible, su no-presencia es su visibilidad. En otra entrada hablé de la visible invisibilidad y de la invisible visibilidad. Pues aquí está el ejemplo: en esa distancia es dónde se constituye la verdadera visibilidad de Wakefieñd, de Enfermería. En esa distancia "Wakefield es otro hombre", Enfermería es otra Enfermería. Y en ese tomar consciencia de ser otro que a Wakefield le produce "visiones de la verdad (..) momentánea", a Enfermería le permitirá ser consciente de que otra enfermería es posible, de que sí existe otra enfermería cuando tomamos distancia de la existencia aquí y ahora.



  Para terminar essta entrada, sólo queda tratar el tema del reotrno al mundo distanciado. Wakefield regresa sin más, como si nada hubiera ocurrido, después de una ráfaga de lluvia sobre el rostro que lo despierta de su sueño de ser un Wakefield nuevo. Y regresa mientras leemos las palabras de aviso de su autor, Hawthorne: "¿Quiéres ir al único hogar que te queda? Entonces entra en tu tumba". Porque la vuelta al hogar es la vuelta, de nuevo, a la visible invisibilidad. Y a enfermería le ocurrirá lo mismo: su vuelta a su mundo después de observarlo y analizarlo, y ver que otra enfermería es posible, sólo la conducirá al inmovilismo, al sometimiento a otras disciplinas, a volver a ser invisibles y a hacerlo evidente.
  Sí, soy partidario, aún y así, a la vuelta de enfermería al mundo del que se ha alejado, momentáneamente, al mundo que a visto desde otra perspectiva. ¿Por qué? Porque sólo desde dentro de nuestro mundo, una vez explorado y analizado, sólo entonces seremos capaces de transformarlo. Sólo el Conocimiento de nosotros mismos, dentro y fuera de nuesstro mundo, puede darnos la capacidad de evolución que "visionamos".

  Nada nos dice Nathaniel Hawthorne  del por qué de la vuelta de Wakefield, pero sí que lo hace con una "sonrisa astuta" como hizo al inicio de su viaje. Esa es la "sonrisa astuta" con la que enfermería, después de "explorar lo incomprensible" debe regresar a su mundo para iniciar el cambio de sí mimsa.

 

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