martes, 16 de junio de 2015

Explorando Lo Incomprensible

Es cuestión de perspectiva...


¡No hay manera! ¡Nunca lo entenderá! En los resúmenes de los partidos de fútbol o en la emisión de algún encuentro en directo, no hay forma de que mi madre entienda, si está con nosotros ese día, el por qué el arquero se aleja de la portería  y se abalanza en busca del delantero. "¿Vés? ¡Ya le han marcado un gol! ¡Claro! Como deja la portería vacía..." "Que noooo, que lo hace porque así la portería se ve más pequeeeña... Es cuestión de perspectiva."
 

   Casi 5. Llevo casi 5 años dedicándome a los registros de enfermería (entre otros temas). En estos cinco años he llegado a una clara conclusión y es la siguiente: por mucha ilusión que pongas, por muchas horas que pases devanándote los sesos para incentivar a la gente, por muchas iniciativas e ideas que te surjan y que, con el tiempo, llegues a poner en marcha, por muchas idas y venidas siempre, siempre, te toparás con los mismos aguafiestas: 
  • "El Indiferente": caracterizado por desaparecer cada vez que intentas informar sobre cualquier tema relacionado con los registros de enfermería. Dícese también de aquél que, durante la explicación, no tiene nada mejor que hacer que consultar su móvil, hablar con su vecino Indiferente-2 o interrumpir la explicación con comentaarios despreciativos y/o negativos al tema en cuestión.
  • "El Atareado" y "El Prior": son los que más trabajan de todo el Centro, puesto que tienen tanta "carga de trabajo" que nunca tienen tiempo de registrar. "Yo priorizo, ¿sabes? O registro o no doy la medicación". Estos aguafiestas, también llamados "los Chantajistas", no tienen ningún tipo de escrúpulo en proferir semejante amenaza, con la repercusión que para la seguridad del paciente pueda tener, sin entender que el no-registrar ejerce tanta o mayor influencia sobre el paciente justamente en términos de seguridad.
  • "El Inmovilista": a veces confundido con "El Indiferente", "El Inmovilista" tiene como recurso el dar la culpa a la poca practicidad de los registros, focalizando casi siempre en la aplicación informática, verdadero Talón de Aquiles del registo enfermero, y, ¡cómo no!, glorificando tiempos pasados. "Registrar, y en el ordenador, no sirve para nada. Si para ver lo que se le ha hecho al paciente tengo que entrar en cienmil pestañas... Si estuviera todo junto, aún. ¡En papel! ¡Yo, con mi hoja de papel tengo más que suficiente!". Estos aguafiestas, verdaderos "Hombres de las cavernas" intentan vivir de rentas, apoltronados en sus "cuevas" junto a la lumbre
  Seguro que hay quién conozca  a aguafiestas de este tipo, e incluso a alguno perteneciente a otra especie más. Pero... ¿dejaremos por ello de mirar hacia adelante? ¿Tiraremos la toalla ante semejantes aguafiestas? ¿Caeremos en el desánimo? ¿Progresivamente, permitiremos dejar pasar el tiempo sin nuevas propuestas, sin iniciativas, sin proyectos que persigan la incentivación? No. No debemos caer en la perspectiva B. Siempre se visualiza más lo que está delante de todo, aquello que "sobresale" y no, justamente, por su carácter positivo. Lo que realmente importa, lo que debemos destacar es todo aquello que permanece detrás de la actual visibilidad, aquella visibilidad que nos hace ser y sentirnos invisibles (no hace falta referirse de nuevo a la "visible invisibilidad" y a la "invisible visibilidad", ya lo hicimos tiempo atrás). Pongamos las cosas en su justo sitio, a todos en la misma línea, sólo así percibiremos una persepctiva real de nuestra profesión. Los aguafiestas ocupan un espacio ínfimo, el resto ocupamos un espacio superior, somos partícipes de la perspectiva A. Y sólo desde esta perspectiva abierta, en la que cada uno ocupa su lugar, tendremos la oportunidad de conseguir, de acceder más facilmente a nuestro objetivo, se hará visible nuestra auténtica y real visibilidad. Pongámonos cada uno en nuestro sitio y veamos qué sucede. Es cuestión de perspectiva...



domingo, 7 de junio de 2015

Explorando Lo Incomprensible

Con los pies en el suelo

 Son casi 10 meses los que han transcurrido desde que inicié este blog, casi 5800 visitas y me sorprende cómo es posible conectar con gente que aunque, seguramente, nunca llegaré a conocer en persona, sin embargo, mantenemos un interés en común: compartir, mediante la escritura y la lectura, conocimientos, opiniones, inquietudes, elucubraciones... y, en ocasiones, filosofadas que pueden parecer que están fuera de contexto y que sean más producto del desvarío nocturno, del "meditar demasiado y observar demasiado poco" (que decía Thomas de Qincey*, fumador de opio, que no es el caso aquí), filosofadas más metafísicas que ontológicas (¡toma ya!). Y en ese sentido, puede parecernos que nuestro "amigo invisible" que así ha escrito pues que, tal vez, ha tenido un día malo... o no (y mira que fulanito es raro, a veces...).
  Lo sé, las 6 propuestas para la futura enfermeria, de las que he presentado 2 de momento, pueden parecer quimeras, fantasías volátiles sin ningún afianzamiento en la realidad, o así lo indica, quizás, la poca recepción que han tenido. Sí, son propuestas tal vez enrevesadas, mas no ininteligibles, que intentan ir más allá de la pura practicidad en la que estamos inmersos. ¿Prescindibles? Tal vez.. Aún así, quisiera finalizar la exposición de las propuestas.
  Y ¿por qué? Porque cierto día en cierta ocasión oí decir que debíamos "deconstruir a la enfermería" (en otro lugar ya hice referencia a ello). Y para ello creo que debemos repensar los fundamentos, desaprender de los errores históricos y renombrar nuestros atributos de acorde a la contemporaneidad. Levedad, rapidez, exactitud, visibilidad, multiplicadad y el arte de empezar y de acabar me remiten constantemente a la que ha sido y es, de momento, mi profesión (¿mi vocación? ¿mi actividad artística? ¿Enfermería como ciencia y como arte?). Veo esos términos en cada actividad que realizo, ahora uno sólo de ellos, más tarde varios a la vez. ¿Por qué no darles voz, contextualizarlos?. Sin "theoria" no hay "praxis".
   "¿Theoria?¿Cuánto tiempo hace que ya no estás en asistencial, con los pacientes?" me parece oir de lejos. No, no se trata de eso. Estoy firmemente convencido de que estas seis propuestas, más que propuestas novedosas, innovadoras, son propuestas que recuperan las condiciones que nunca debieron perderse de nuesstro actuar, aquellos aspectos intrínsecos en nuestras actividades, en nuestro posicionamiento ante el acto de cuidar. Últimamente, el foco está puesto en la visibilidad como imperativo del carácter autónomo de la enfermería y como reflejo de su progeso académico, científico y social. Pero tan importante es la visibilidad como el resto de características: una enfermería cuyo actuar se produce con  levedad, manteniéndose a cierta distancia del paciente, respetando su privacidad, una enfermería libre de la "pesadez" de su actuar; una enfermería rápida y exacta, que huye de la generalidad para ir a la individualidad, cuyo razonamiento y decisión clínica adopta la velocidad de los cambios en el paciente; una enfermería que se ejerce en una multiplicidad de ámbitos y bajo una multiplicidad de enfoques, académico, de gestión, asistencial, de investigación..; una enfermería, finalmente, que sabe por dónde y cómo inciar su itinerario y que, a la vez, sabe cómo debe finalizar, cómo desde su visión valorativa de las necesidades del paciente constituye todo su actuar, todo su proceso, para llegar a un final evaluativo y retroalimentario de aquel itinerario inicial.
  En breve, la tercera propuesta.