Explorando Lo Incomprensible
De nuevo Registros enfermeros (y no "de enfermería", he aprendido la lección...)
Amigos, las redes sociales ¡son la hostia! Ya me perdonaréis el calificativo pero en estos momentos de euforia no se me ocurre otro. Hace poco que comparto vuestras inquietudes y vuestro entusiasmo por todo lo que rodea a las redes sociales, aplicaciones TICs, etc. No se me escapa que soy, no obstante, un inmigrante digital, la edad no perdona y mi base cultural tampoco. Y me atrevería a decir, además, que soy un neandertal amanuense, tal es mi pasión por escribir con la antigua tecnología manual, y bibliófago compulsivo.
Después de esta breve apología de mí mismo, toca ahora explicar un poco más el por qué de esa afirmación inicial tan rotunda. Sí, las redes sociales son la hostia (def. de "ser la hostia" según la RAE "ser extraordinario"), han sido capaces de ampliar como nunca mi campo de visión de la realidad (y eso que habiendo estudiado Filosofía ya es un valor que modestamente poseía), me han abierto expectativas inimaginables después de 30 años de profesión, me han puesto en contacto con tanto Conocimiento que enfermo sólo de pensar en todo lo que no soy capaz de asimilar, y he conocido/hecho amigos como nunca antes (dentro y fuera de la esfera virtual). Me repito, las redes sociales son la hostia. Y si tuviera que mencionar alguno de los artífices que han influenciado en este nuevo paradigma vital y personal sabría perfectamente a quién nombrar, pero no lo haré, ellos ya lo saben de sobra.
Sirva todo esto para mostraros, de nuevo modestamente, uno de los resultados que me ha sido posible dar en esta, para mí, novedosa interacción con las redes sociales y sus habitantes, gracias al empuje de un "evidente" integrante comprometido con ese mundo. Gracias!
P.D. En el momento de escribir el artículo aún no era del todo consciente de mi agrafía en el uso del adjetivo enfermera/o frente a la omnipresencia del sustantivo enfermería. Mea culpa.
P.D. En el momento de escribir el artículo aún no era del todo consciente de mi agrafía en el uso del adjetivo enfermera/o frente a la omnipresencia del sustantivo enfermería. Mea culpa.