Reflexión nº 6
La invisibiliddad de lo visible - IV
Enfermería como auto-eclipse
René Magritte - "Toda lo visible esconde algo invisible"
En la anterior entrada situé a enfermería frente a un espejo, en el que se reflejaba su pseudoimagen y detallé
lo que ésta significaba de visibilidad e invisibilidad. Soy consciente de que la idea que pretendía exponer no fue del todo clara, por eso intentaré dilucidarla en esta nueva reflexión.
La imagen que refleja enfermería puede ser de tres tipos, dependiendo de quién sea el observador:
- Nuestra propia imagen, no dubitativa, asistencial, académica, investigadora. La imagen que nos devuelve el espejo de tanto y tanto mirarnos. Nos miramos constantemente para ver lo qué somos y cómo somos, nos embelesamos con nuestra imagen. Pero, como dije, esta imagen no es real, ninguna imagen es real sino únicamenete proyección, sólo es real el sujeto que mira, un sujeto que no sabe como hacerse visible. Por tanto, esta visibilidad que transmite la imagen reflejada es una visibilidad no real, es una visibilidad incompleta.
- La segunda imagen tiene dos observadores, nosotros y el otro (el paciente, el colectivo, la sociedad). Frente al espejo seguimos situándonos nosotros pero, esta vez, la imagen que nos devuelve se distorsiona por nuestra falta de actitud, de conocimientos, de empatía hacia el otro que nos observa. Estamos frente a otra visibilidad que, como la anterior, no patentiza nuestra verdadera esencia, no la hace evidente. Y el observador, observa y recibe esta imagen distorsionada, la visibiliza.
- Por último está la no-imagen, el reverso de nuestro verdadero yo. El cuadro de Magritte mostrraba esta idea: quien se observa en el espejo, el yo/nosotros, no es capaz de verse a sí mismo sino a su reverso, el mismo reverso que ve un observador exterior, el otro. Lo real es invisible.
¿Por qué de esta distorsión y de esta imagen imposible? Factores como el ansia de apoderarnos de áreas temáticas pertenecientes al ámbito médico, la nueva estructura de nuestro campo competencial, los nuevos roles, la emergencia de la enfermería de práctica avanzada, la dilución de las líneas fronterizas con otras disciplinas; y, por otro lado, el mantenernos anclados en la idea humanística de la enfermería, la enfatización de los valores tradiicionales de la enfermería, el aislamiento consciente en un status disciplinar independiente de otras profesiones, el seguir manteniendo la "centralidad radical del cuidado (...) en la ideología enfermera" como dice Hernández Yáñez; todos estos factores ejercen, conjuntamente, algún tipo de influencia en esta pobre imagen de la enfermería.
Candela Bonill se pregunta "¿Cuidados invisibles o profesionales invvisibles?". Mi propuesta es "¿Enfermería invisible o profesionales invisibles?". Y es aquí donde inserto la idea de enfermería como auto-eclipse. No lo dudéis, nadie más que vosotros, que nosotros, que yo, soy/somos el/los responsables de nuestra imagen, de nuestra no-imagen. Rodríguez y Brito opinan que "la imagen de la enfermera, de la enfermería, se construye a través de lo que proyecta la propia enfermería". Sí, estoy de acuerdo, y es por ello que debemos salir del auto-eclipse que nos provoca nuestra propia profesión a través de todos los factores antes expuestos, no orbitemos alrededor de sus demandas, rompamos el espejo que proyecta nuestra imágen actual y miremos cara a cara al otro, al paciente. ¡Que sea él nuestra órbita!. Sólo así percibirá, "perci-verá", nuestro auténtico rostro.
Candela Bonill se pregunta "¿Cuidados invisibles o profesionales invvisibles?". Mi propuesta es "¿Enfermería invisible o profesionales invisibles?". Y es aquí donde inserto la idea de enfermería como auto-eclipse. No lo dudéis, nadie más que vosotros, que nosotros, que yo, soy/somos el/los responsables de nuestra imagen, de nuestra no-imagen. Rodríguez y Brito opinan que "la imagen de la enfermera, de la enfermería, se construye a través de lo que proyecta la propia enfermería". Sí, estoy de acuerdo, y es por ello que debemos salir del auto-eclipse que nos provoca nuestra propia profesión a través de todos los factores antes expuestos, no orbitemos alrededor de sus demandas, rompamos el espejo que proyecta nuestra imágen actual y miremos cara a cara al otro, al paciente. ¡Que sea él nuestra órbita!. Sólo así percibirá, "perci-verá", nuestro auténtico rostro.
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